Aloha, aquí el Manazas de la Casa. Hoy traigo un tema no poco importante: una lista de trucos fáciles, rápidos y de sencilla aplicación para tener siempre el baño limpio.
Ya sea para las visitas, para reducir el tiempo semanal que le dedicas a la limpieza de esta estancia o para disfrutar todos los días de un baño inmaculado, las siguientes claves te ayudarán a disfrutar de un baño impoluto. Presta mucha atención.
Cómo tener siempre el baño limpio con unos cuantos pasos
• Fuera de mi vista: Debes alejar de tus ojos todas aquellas cosas que pueden estar ordenadas y guardadas en cajones o cajas. No acumules sobre el lavabo productos de higiene, cepillos y otros accesorios, ya que así se acumularán más polvo y suciedad y se entorpecerá el proceso de limpieza.
• Aprovecha la ducha para limpiarla: Si te echas una mascarilla, te depilas o te afeitas dentro de la ducha, aprovecha para cerrar el agua (es un excelente modo de ahorrar y propiciar un consumo sostenible) y pasar un estropajo por los azulejos, limpiar la mampara con una bayeta o revisar qué botes están vacíos para reciclarlos.

• Escoba diaria: Pasar una escoba todos los días, mientras preparas el café o se calienta la cena no cuesta nada. Probablemente no lleva ni treinta segundos. Di adiós a la pereza y sistematiza este hábito.
• Un WC digno de admirar: No digo que puedas comer sobre su tapa (Sería una guarrada) pero el váter debe estar impoluto. Para ello, es importante, además de usar siempre la escobilla, tirar de la cadena y ventilar el espacio, pasar una bayeta cada par de días y desinfectarlo. Puedes usar limón, vinagre y bicarbonato de sodio, además de desinfectantes de baños Sanytol.
• Guarda los productos de limpieza en una cajita detrás del WC: Lo idóneo es que las cosas de limpieza del baño estén separadas y ordenadas para no perder tiempo. Prepara tu spray limpiador casero, trapos, estropajo y otros líquidos en un rincón.
• No seas guarro al lavarte los dientes o al peinarte: No hay excusas para que todo el lavabo acabe lleno de pelos, restos de jabón o pasta dentrífica. Pasa todos los días un agua y una bayeta de microfibra húmeda. ¡Y lo mismo en el espejo! Puedes hacerlo mientras te secas el pelo o te echas tu cremita hidratante.
• Di adiós al moho: Ventila a diario para evitar la condensación, abre la ventana para recibir luz solar y recurre al alcohol etílico al 80% o agua oxigenada al 3%, así como vinagre concentrado o lejía para acabar las manchas. Un truco para evitar que el moho aparezca es pasar el secador por la ducha (ojo, sin electrocutarte) o tener deshumidificador.
• Ahuyenta los malos olores: Fabrica tu propio ambientador casero, instala un extractor de aire y no olvides vaciar cada dos o tres días el pequeño cubo de basura. Así, disfrutarás de un baño limpio siempre.
Imagen de portada | Filios Sazeides en Unsplash