Se acerca San Valentín y no hay nada más agradable que pasar el día con la persona que quieres en un diván para dos. Y si no tienes pareja, ¡no importa!, aquí vas a aprender cómo hacer un diván para San Valentín para disfrutarlo solo o en compañía.

Lo primero es decidir la forma de la estructura. No es lo mismo hacer un diván en la clásica forma de «L» que uno con la moderna forma de «S». El segundo es más sugerente, pero también vas a necesitar más paciencia y tablones de un ancho mayor. Para el primero solo necesitarías ensamblar una pieza vertical con una horizontal. En principio es más sencillo, pero también permite menos juego una vez terminado.

Un diván en forma de «S» te puede dar mucho juego en San Valentín… ¡y en Nochevieja (para comer uvas recostado como un romano)!
Imagen de Google Images en Atresmedia.

Los materiales de tu diván

El diván es un mueble comodísimo, pero también muy llamativo. No deberías escatimar en unos buenos materiales y unas telas vistosas. Puedes usar madera de haya o roble, tanto para la estructura externa como para el refuerzo interior, pero también te servirá el pino. Procura que el color sea claro si quieres decorarlo después.

Los materiales que necesitas son los siguientes:

  • Un tablero alistonado de 18 mm de grosor y unos 4×3 m para la estructura.
  • Un listón de 18 mm y unos 3 m para ensamblar los laterales.
  • Un listón de 30 x 30 mm y unos 3 m para reforzar las piezas de la estructura.
  • Cola para madera.
  • Barniz tapaporos y barniz incoloro.
  • Gomaespuma, tela y grapas de 8 mm.
  • Unas patas antideslizantes.

Construye la estructura

Realmente, la construcción de tu diván es un proceso simple, por lo que puedes utilizar el diseño en «S» propuesto o puedes buscar cualquier otro diseño que te guste. ¡Pon a prueba tu imaginación y tus gustos! Te orientarán sobre cómo hacer un diván para San Valentín totalmente personalizado.

Lo primero que debes hacer para construir la estructura es dividir el tablón en tres partes iguales con un metro de ancho cada una. Hay que tomar dos de ellas y establecer las medidas del diván. Al ser un diseño curvo, lo mejor es utilizar una regla flexible para marcar el dibujo de la parte superior de la estructura. La parte inferior será una base recta con los noventa grados para apoyar el diván contra la pared, si fuera necesario.

Utiliza listones para reforzar la estructura de tu diván.
Imagen de aki igu en Pixabay.

Para cortar ambas piezas y que queden iguales puedes ponerlas juntas y utilizar una buena sierra de calar. Cuando las tengas, utiliza la tercera parte del tablón para cortar dos listones que sirvan para ensamblar ambas piezas por su parte inferior y posterior. El grosor lo decides tú: te bastará con 200 mm, pero si quieres que sea para que se tumben dos, es preferible que mida entre 250 y 300 mm. Un buen truco es medirte el diámetro del trasero y añadir unos cuantos centímetros más para tener espacio suficiente para tu comodidad.

Utiliza el listón de 30×30 mm para reforzar las sujeciones entre las piezas pegándolos con cola. El resultado debería ser una especie de cajón con una abertura curva en forma de «S» por arriba. Ya solo te queda añadir unos cuantos listones para fijar los dos laterales en su parte superior usando una grapadora y grapas de 8 mm y tendrás la estructura de tu diván lista para lijar, barnizar, tapizar y, si quieres, darle una capa de pintura o papel pintado.

Acopla finalmente unas patas antideslizantes y ¡ya tienes listo tu diván personalizado para disfrutar solo o en compañía!

No te olvides de lijar toda la superficie de la estructura.
Imagen de aki igu en Pixabay.

El truco del Manazas

Puedes construir un diván más chic para tu jardín con un palet lijado, pintado y tapizado. Además, si quieres que sea móvil, puedes atornillarles unas ruedas en la base. ¡Listo para disfrutar también en el exterior! (¡Pruébalo en una rampa!).